Volviendo la mirada hacia Africa

Volviendo la mirada hacia África

Hay por lo menos 20 países africanos que se están muriendo literalmente de hambre. Muchos niños se tiran al suelo a hurgar en la tierra para ver si encuentran algo que comer. Devoran un palo fibroso, víveres de los insectos, un polvo que las madres forman a base de hojas y hierbas machacadas… Todo sin ningún valor nutritivo. Hay centros de alimentos, pero las cantidades son muy limitadas. Muchos niños y adultos han llegado a un estado llamado Marasmo, un estado donde el cuerpo empieza a devorarse a sí mismo.

CRISIS ALIMENTARIA EN AFRICA

La región del Sahel

Es la última región de Africa afectada por la hambruna. Su extensión es de unos cuatro millones de kilómetros cuadrados, repartida entre 12 Estados, la mayoría entre los más pobres y subdesarrollados del mundo, con población mayoritariamente musulmana y Gobiernos inestables. Son: Mauritania, Senegal, Mali, Argelia, Guinea, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún, Sudán y Eritrea.

El Sahel se encuentra con altas probabilidades de enfrentarse con una crisis alimentaria. Doce millones de personas se enfrentan a una hambruna provocada por las lluvias irregulares que han causado las malas cosechas y la escasez de agua. ONGs, como Oxfam, ya está preparando su respuesta para llegar a un millón de personas a través de Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger con la ayuda humanitaria.

Sistemas de alerta temprana han identificado una serie de factores que están contribuyendo a la crisis que se avecina. A parte de la escasez de precipitaciones, las malas cosechas y la falta de pastos, los precios de los alimentos y una disminución de las personas emigrantes están causando estos problemas.

Los máximos responsables de tres agencias de la ONU han denunciado la indiferencia de la comunidad internacional y han añadido que son necesarios con carácter de urgencia 700 millones de dólares, de los cuales los donantes solo han facilitado la mitad. De no ser así, en los próximos meses, entre 1 y 1,5 millones de niños morirán y muchas familias padecerán los efectos de la hambruna. Más de tres millones de personas padecen actualmente  una malnutrición severa.

Pese a lo dramático de la situación todavía hay tiempo hasta los meses de junio y julio para salvar hasta un 95% de los aquejados de malnutrición severa, según fuentes de la OMS.
A la gravedad de la hambruna hay que añadirle la complicada situación de seguridad en muchos puntos de esta franja de territorio que cruza Africa de este a oeste, donde hay presencia del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y dónde, solamente en el caso de Mali, hay una población desplazada de 250.000 personas. Países como: Mauritania, Níger y Burkina Faso han mantenido abierta sus fronteras pese a sus propias dificultades y han compartido con los refugiados todo lo que tenían. Una prueba de solidaridad que la comunidad internacional debería emular.

OTRAS ZONAS DE AFRICA EN SITUACION DE HAMBRUNA
Somalia
La situación en Somalia se debe a la combinación de un triple fracaso.

1. La producción de alimentos.
2. La incapacidad de las personas para acceder a los alimentos.
3. La respuesta política y de los donantes internacionales.

El daño en las cosechas y la pobreza deja a las personas vulnerables frente al hambre, pero la hambruna sólo ocurre cuando hay fracaso político. Tantos años de violencia interna y conflictos en Somalia han sido factores importantes para crear la situación de hambruna.

El cuerno de África
La crisis alimentaria afecta a Etiopía, Kenia y Somalia, grandes zonas de Africa Oriental.
Varios periodos de lluvias ausentes, el precio de los alimentos básicos ha subido hasta situarse en niveles inalcanzables para la mayoría de personas, los animales cada vez más débiles, colapso en el mercado ganadero, cientos de miles de animales muertos…

• En Etiopía la crisis afecta a 4,2 millones de personas.
• En Kenia se ven afectadas 4,3 millones de personas.

Acabar con el hambre en el mundo es posible. En las zonas de Africa hay pobreza, desnutrición, malnutrición, dramas personales y globales que, sin embargo, se pueden paliar. La inversión económica es vital, pero sobre todo, hay que conseguir dar a la población las herramientas necesarias para que, una vez superada la situación, mantenga unas condiciones dignas de vida, las mismas que pretendemos todos. Estas desigualdades son en gran parte responsabilidad de los países más “desarrollados” que llevan décadas aumentando la deuda externa de estos países sin aportar soluciones de base reales que puedan sacar al continente de la  crisis en la que se encuentra inmersa. ¡STOP A LOS RECORTES A LAS AYUDAS PARA AFRICA!