La iniciativa Yasuní-ITT es un proyecto
oficial presentado ante las Naciones Unidas por el presidente Rafael
Correa, durante el año 2007, cuyo fin es mantener inexplotadas las
reservas de 846 millones de barriles de petróleo, el 20% de las reservas
del país, localizadas en el Parque Nacional Yunasí en la Amazonía
ecuatoriana.
ECUADOR Y EL PETRÓLEO
Ecuador es el país donde se produjo el
que los expertos reconocen como peor desastre petrolero del mundo, ahora
llamado “el Chernobyl de la Amazonía”, por una contaminación desastrosa
dejada por la transnacional Texaco (ahora Chevron), que operó en la
región desde el año 1964 hasta 1992.
El estado ecuatoriano se compromete a
mantener indefinidamente inexplotadas las reservas de petróleo en el
Parque Nacional Yunasí-ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini) para evitar la
emisión a la atmósfera de más de cuatrocientos millones de toneladas
métricas de dióxido de carbono, que se producirían por la quema de
combustibles fósiles, y también a fin de no afectar un área de
extraordinaria biodiversidad y no poner en riesgo la existencia de los
pueblos autóctonos. A cambio, el Presidente propuso que la comunidad
internacional contribuya financieramente con 350 millones de dólares
anuales.
Uno de los beneficios del proyecto es la
reinversión de los fondos aportados en fuentes renovables de energía
reduciendo la generación de electricidad con derivados del petróleo, que
actualmente alcanza el 47% de la energía eléctrica del país. De esta
forma se reducen aún más las emisiones futuras de CO2.
El Parque Nacional de Yasuní es la
reserva más importante de biodiversidad del planeta. Sólo dentro de una
hectárea del Yasuní se han encontrado 644 especies de árboles. Hay
tantas especies de árboles y arbustos en una hectárea como árboles
nativos existen en toda América del Norte. También es el hogar del
pueblo indígena Huacrani y de los dos pueblos en aislamiento voluntario
de Ecuador: los Tagaeri y los Taromenan. Se trata de los últimos seres
libres de Ecuador, auténticos guerreros, los que viven en las
denominadas “sociedades de la abundancia”, pues producen lo mínimo
suficiente para satisfacer sus necesidades.
Otro de los beneficios es la
conservación de áreas protegidas y la reducción de la deforestación de
Ecuador. Además se añade la mitigación del cambio climático. Con los
fondos del capital se podría invertir en proyectos hidroeléctricos y
geotérmicos con rentabilidad garantizada.
Además, los programas sociales promueven
la educación, la salud y la generación sosrenible de empleo productivo
en las zonas de influencia del proyecto.
¿CÓMO FUNCIONA LA INICIATIVA?
Ecuador se compromete a mantener indefinidamente inexplotadas las reservas petroleras del campo ITT
en el Parque Nacional Yunasí. Este Parque, de 982.000 hectáreas en la
cuenca del río Napo, fue declarado en 1989 por la Organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como
Reserva Mundial de la Biosfera.
A cambio la comunidad internacional contribuye con fondos
para desarrollar fuentes renovables de energía en Ecuador, mantener los
ecosistemas y las Áreas Protegidas, reforestar áreas degradadas,
promover el desarrollo social y el empleo sustentable, y mejorar la
eficiencia energética.
Estos fondos son administrados por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e invertidos
por el Estado ecuatoriano. El Ecuador ha firmado un acuerdo de
fideicomiso internacional con PNUD para ejecutar la iniciativa.
LA IMPORTANCIA DE LA INICIATIVA
La propuesta de no extraer el crudo en
Yasuní representa un cúmulo de batallas que desde el ecologismo se han
dado tanto en el Ecuador como en otras partes del mundo. Durante varios
años ha sido posible hablar de la iniciativa, argumentar por qué no
explotar más petróleo y analizar los impactos de estas operaciones. La
crítica al petróleo rompió su censura.
La iniciativa es importante no sólo para Ecuador:
- A nivel local: permitió el reconocimiento de quienes resisten a proyectos extractivistas que no solo no deberían ser reprimidos, sino que deberían ser premiados, ya que con su resistencia están evitando uno de los problemas más graves: la crisis climática.
- A nivel nacional: permitió hablar abiertamente sobre la necesidad de salir del modelo extractivista. La urgencia de buscar otros caminos y el absurdo de mantenernos atados a la dependencia petrolera que provoca reconocidos impactos en todas sus fases (extracción, transformación, consumo y desecho) y que representan el mayor problema ambiental y social de las comunidades mundiales.
- A nivel internacional: desnudó las negociaciones internacionales tramposas, que para evitar tomar medidas reales se negaban siquiera a hablar de petróleo y que engañosamente se dedicaron a hablar sólo de carbono a fin de evitar asumir sus responsabilidades.
LA SOLUCIÓN
El Presidente de la República, Rafael
Correa, ha señalado que la primera opción para el país es mantener el
crudo represado en el subsuelo. Se buscaría estimular a la sociedad
nacional e internacional para contribuir con el Estado Ecuatoriano en la
aplicación de esta costosa decisión nacional. La expectativa del
gobierno es lograr por esta vía el 50% de lo que obtendría de extraer el
crudo de este proyecto.
El procedimiento consiste en que el
Estado emita bonos por el crudo que permanecerá “in situ”, con el doble
compromiso de no extraerlo nunca y proteger el Parque Nacional Yasuní.
Los argumentos a favor de la propuesta son:
- La propuesta es la única solución para el cambio climático.
- Conservación de la biodiversidad.
- Medidas de protección de los pueblos que viven en Yasuní.
- La transformación de la economía de Ecuador.
A finales del año 2012, se firmó un
convenio entre la transnacional Unilever y la Comisión Negociadora
ecuatoriana por la que recibirán, durante tres años, 360.000 dólares.
La Presidenta de la Comisión Negociadora
mencionó que tienen proyectados en los próximos doce años la obtención
de 3.600 millones de dólares.
En enero del 2013, la Iniciativa Yasuní
ha alcanzado los 350 millones de dólares, de los cuales, casi nueve
millones están destinados para la minicentral hidroeléctrica que se
encuentra en la provincia de Loja (sur andino). El Ministerio de
Electricidad y Energía Renovable será el encargado de ejecutar esta obra
que generará 5,2 megavatios de energía. La venta de ésta permitirá el
ingreso de más de 2000 millones de dólares al año, lo que mejorará las
condiciones de vida de cerca de tres mil habitantes de Manú.
LA ONU PREMIA LA INICIATIVA
La oficina de Naciones Unidas para la
Cooperación Sur-Sur entregó a finales del año 2012 al Gobierno
ecuatoriano el premio “Liderazgo visionario y triangular 2012”. El
premio reconoce la iniciativa ecuatoriana como “el mejor proyecto de
sostenibilidad”.
El vicepresidente del gobierno, Lenin
Moreno, tras recibir el galardón, invitó a sus compatriotas a convertir
al país en una potencia “no de explotación, sino de equidad” para
alcanzar “un futuro rico y sustentable”.
También ha sido galardonado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y los parlamentos de Alemania y Bélgica.
Según declaró la Secretaria de Estado
encargada del Proyecto, Ivonne Baki, desde que se lanzó éste la campaña
de concienciación interna se ha expandido internacionalmente y se ha
abierto a la sociedad civil y a la red empresarial, que empiezan a
valorar la importancia del medio ambiente y de contribuir a su
conservación. Concluyó diciendo: “Hemos usado y abusado tanto de este
planeta que estaba pidiendo a gritos que se hiciera algo”.