El fracking o fractura hidráulica es una
técnica para extraer gas natural o petróleo de yacimientos no
convencionales. Consiste en la extracción de gas natural mediante la
fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos) inyectando agua con
arena y una serie de aditivos químicos a gran presión. Esto hace que la
roca se fracture y el gas se libera y asciende a la superficie a través
del pozo. Parte de la mezcla inyectada vuelve a la superficie.
PROBLEMAS QUE CAUSA EL FRACKING
- Contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.
- Contaminación del aire.
- Afecciones a la salud humana.
- Alteraciones del paisaje y el terreno.
- Contaminación de suelos al cerrar los pozos.
- Riesgo sísmico.
EL AGUA
El proceso de fractura hidráulica
consume enormes cantidades de agua. Se ha calculado que se requiere
entre 9.000 y 29.000 metros cúbicos de agua para las operaciones en un
solo pozo. Esto podría causar problemas con la sostenibilidad de los
recursos hídricos. Además, se sabe muy poco de los peligros ambientales
asociados a los productos químicos que se añaden (un 2%). Hay al menos
260 sustancias químicas presentes en alrededor de 197 productos y
algunos de ellos son tóxicos, cancerígenos o mutagénicos, que pueden
contaminar el agua debido a fallos en la integridad del pozo y a la
migración de contaminantes del subsuelo. Entre un 15% y un 80% del
fluido que se inyecta para la fractura vuelve a la superficie como agua
de retorno y el resto se queda bajo tierra conteniendo sustancias como
metales pesados, hidrocarburos y elementos radiactivos. Tampoco se debe
descartar una posible contaminación de los acuíferos subterráneos y de
las aguas superficiales que alimentan los suministros públicos de agua
potable.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
Se ha registrado benceno, un potente
cancerígeno, en el vapor que sale de los pozos. Las fugas en los pozos
de gas y en las tuberías pueden contribuir a la contaminación del aire y
a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero. Es crucial
conocer y cuantificar las fugas de metano a la atmósfera, ya que éste
tiene una capacidad como gas de efecto invernadero 25 veces superior al
dióxido de carbono. A este hecho hay que unir la contaminación
atmosférica que provocan el gran número de vehículos que se necesitan
para las operaciones (cada plataforma de pozos requiere miles de viajes
en camión) y las propias plantas también provocan una contaminación
significativa teniendo en cuenta los gases ácidos, hidrocarburos y
partículas finas.
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA E IMPÁCTOS PAISAJÍSTICOS
Las operaciones de perforación pueden
causar una severa degradación del paisaje (intensa ocupación del
territorio) y contaminación acústica derivada de las operaciones diarias
(paso de camiones y transportes). Estas pueden afectar a las
poblaciones cercanas y a la fauna local a través de la degradación del
hábitat.
MOVIMIENTOS SÍSMICOS
En aquellas zonas donde el desarrollo
del fracking está más avanzado, se ha constatado un aumento de la
sismicidad. Hay que tener en cuenta que durante las operaciones de
fracking se presuriza el subsuelo en más de cien ocasiones. Este
sobreesfuerzo al que se le somete puede ser suficiente como para
provocar desplazamientos de fallas subterráneas.
ZONAS DE EXPLOTACIONES DE FRACKING
Las primeras alertas nos llegan desde
EEUU donde, según datos de la Agencia de Energía, la producción del gas
pizarra ha pasado de suponer el 1,4% del suministro total de gas en 1990
al 14,3% en 2009, pudiendo alcanzar un 24% para 2035. En la actualidad
hay 500.000 pozos perforados, y un ritmo previsto de más de 30.000 pozos
nuevos al año.
Después del ensayo estadounidense, el
fracking ha llegado a Europa y a muchas partes del resto del mundo
donde, igual que en EEUU, se van desarrollando conflictos
socio-ecológicos enfrentando a los poderes económicos y políticos
dominantes a plataformas vecinales, sociales y ecologistas denunciando
los riesgos inherentes a la explotación del gas no convencional.
A nivel de la Unión Europea su
complejidad legislativa se acusa. En cada país hay una legislación
diferente, pese a la oposición del Parlamento europeo que indicaba en
julio del 2011 que “los riesgos y cargas medioambientales de este
procedimiento no son compensadas por su correspondiente beneficio
potencial”. Recomienda la regulación de esta técnica y que se hagan
públicos los componentes que se emplean en los pozos de perforación.
En el resto del mundo, por ejemplo
Sudáfrica, Canadá o Australia, las movilizaciones ciudadanas han logrado
moratorias. Sin embargo China firmó un acuerdo en 2009 con EEUU y han
empezado a hacer perforaciones con la promesa de que sus reservas sean
las más importantes del mundo.
En España, la exploración para valorar
la viabilidad de algunos proyectos está prosperando, principalmente en
el norte: Castilla y León, La Rioja, País Vasco y Cantabria. Euskadi
cuenta con el proyecto más avanzado para sondear las posibilidades bajo
su superficie, estiman que podrían cubrir el consumo actual de gas de
nuestro país durante cinco años. El ingeniero norteamericano Anthony
Ingraffea, uno de los mayores expertos mundiales en fracturación
hidráulica y que lleva tres décadas estudiando sus consecuencias
geológicas y su contribución al cambio climático, ha advertido que en
nuestro país es una técnica “inviable” y “descabellada”. Las bondades
con las que la industria presenta esta práctica, como fuente de empleo,
elemento de transición hacia una futuro renovable, y vía para frenar el
cambio climático, son desmontadas por el profesor Ingraffea, ya que sus
investigaciones han demostrado que la emisión de metano (un gas tres
veces más potente que el CO2) son muy perjudiciales para contribuir al
efecto invernadero. El investigador considera que sería absolutamente
“ilógico y contradictorio” que un país como España, que en los últimos
años ha invertido tanto en energías renovables y en reducir su
contribución al cambio climático, considere esta posibilidad.
DÍA GLOBAL CONTRA EL FRACKING
El 22 de septiembre es el día mundial
contra el fracking. Las cinco grandes ONGs ecologistas de España –Amigos
de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF
España- están en contra de esta técnica extractiva.
La demanda mundial actual de
combustibles fósiles y el cercano agotamiento de los yacimientos
convencionales, ha empujado a la industria del hidrocarburo a explotar
nuevos recursos. La técnica de fracturación hidráulica conlleva graves
riesgos medioambientales y de salud pública. Es necesario asumir que el
actual modelo es insostenible. Ante todo esto, ¿están justificados los
riesgos que se van a asumir? La estrategia energética mundial tendría
que dirigirse a un sistema basado en la reducción del consumo, las
energías renovables y cada vez menos dependencia de los combustibles
fósiles.
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