jueves, 19 de diciembre de 2013

Y este año le he pedido a los Reyes Magos que…

Ya está aquí. Ya ha vuelto la deseada y, ahora para no tantos, feliz Navidad. Fechas de reencuentros, comilonas, excesos, regalos, añoranzas… Y miles de cosas más. 
También ha llegado la hora de hacer la carta para los Reyes Magos y yo ya he escrito la mía.

Sólo les he pedido una cosa: una máquina del tiempo. ¿Una máquina del tiempo? os estaréis preguntando. Pues sí.
Mi deseo es volver unos años atrás, con la lección bien aprendida, para no caer en la trampa de la crisis. Una crisis orquestada por las grandes fortunas, la banca, la cúpula de la clase política, los grandes empresarios… Y a saber quién más.
Solo sé que cada vez hay más ricos, muy muy ricos y más pobres, muy muy pobres. Que cada vez hay más niños y niñas que sólo comen una vez al día. Que veo desahucios en mi pequeña ciudad cada día. Que cada vez es más difícil acudir al médico de familia por la larga lista de espera. Que veo pequeños comercios cerrar constantemente. Que las grandes empresas en vez de querer ganar un poco menos, pretenden seguir con los mismos beneficios a costa de los trabajadores. Que los engaños de la banca, y del gobierno hacia los pensionistas, personas dependientes y enfermos crónicos están a la orden del día. Que se está privatizando todo lo público. Que muchísimas personas tienen que escoger entre no pasar frio o no pasar hambre. Que cada vez hay menos dinero para la investigación y las cosas importantes, como la sanidad y la educación. Que se está marchando nuestro futuro con la movilidad exterior. En definitiva, que ya no existe el estado del bienestar.
Por todo esto y tantas cosas más quiero una máquina del tiempo. Para volver unos cuantos años atrás, habiendo aprendido de los errores, y así construir entre todos y todas un futuro mejor para nuestros hijos e hijas.
Que en el 2014 se hagan realidad todos vuestros sueños. Brindo por ellos. ¡Feliz Navidad!

lunes, 16 de diciembre de 2013

La panga de Vietnam: ¿un peligro?

La panga es un pescado que se ha hecho muy popular por su bajo precio y por carecer, apenas, de espinas. Solemos verlo en los supermercados en forma de filetes sin piel ni espinas, frescos o congelados, siendo muy atractivos para su consumo. Se trata de un pescado de agua dulce que pertenece a la familia de los “Pangásidos”. En Latinoamérica, se suele conocer como basa o baza.

ORÍGENES DE LA PANGA
CONSECUENCIAS  DEL CULTIVO DE LA PANGA

  • Cambio del uso del suelo: el río Mekong en Vietnam ha ido ganando terreno a la tierra y desde 2003 hay cada vez más estanques en lo que antes era tierra firme y en terrenos antes dedicados al arroz, esto ha supuesto un cambio de vegetación. Lo que antes era agricultura ahora es acuicultura con alteración del medio ambiente y problemas de contaminación. Además se está afectando la morfología del río, ya que se han construido numerosas barreras artificiales.
  • Deforestación, ya que algunas de las zonas de manglares han sido destruidas para construir los estanques para la producción de la panga.
  • Contaminación del delta del Mekong por la producción en jaulas y estanques, debido al uso  de químicos y medicamentos que son vertidos al río.
  • Elaboración de piensos, se ha pasado de una producción a pequeña escala para el consumo local  a otra producción industrial para la exportación y por tanto hay una gran demanda de materia prima para la elaboración de piensos con los que alimentar a los peces.




Su hábitat natural se encuentra en ríos y lagos del sureste asiático, sobre todo en Tailandia y Vietnam. Aunque prácticamente todo el panga que llega a nuestros mercados proviene de la cría en acuicultura en Vietnam, productor del 90% del panga que se consume en todo el mundo. Es un pescado de cultura intensiva/industrial en Vietnam, más exactamente en el delta del río Mekong.
El río Mekong es uno de los ríos con mayor contaminación del planeta. Los pangasius están infectados con elevados niveles de venenos y bacterias (arsénico de los residuos industriales, tóxicos y peligrosos subproductos del creciente sector industrial), metales contaminantes, fenoles policlorados (PCB) o DDT y sus ( DDTs), clorato, compuestos relacionados (CHLs), hexaclorociloxano, isómeros (HCHs) y hexaclorobenceno (HCB). No hay nada natural en los panga. Son alimentados con peces muertos, restos de huesos, mandioca, residuos de soja y grano. Con este tipo de alimentación nada saludable, lo que se consigue es que el pescado crezca cuatro veces más rápido que si lo alimentara la naturaleza en condiciones normales. También son tratados con hormonas inyectables para acelerar su proceso de crecimiento y reproducción.
A pesar de todo esto, el panga ha sido sometido a rigurosos análisis para comprobar diferentes aspectos de su calidad y seguridad alimentaria por parte de diferentes organismos como: la Organización de Consumidores (OCU), la Comisión de  la Pesca de la Unión Europea y  la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que han llegado a la conclusión de que se puede comer con moderación: los adultos una vez por semana y los menores una vez cada dos.
¿QUIÉN CONSUME PANGA?
La comercialización de la panga ha sido todo un éxito en Europa. España es el segundo importador mundial después de Rusia. Por el contrario en los EE.UU se ha prohibido su importación debido a la presencia de sustancias contaminantes.
Pero en España la alarma ha saltado, después que APROMAR  (Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España) denunciaran el consumo masivo de panga y la creciente comercialización en el mercado español muchas veces bajo fraude a los consumidores en la identificación de la especie, ofreciéndola como solla, platija o lenguadina.
En los últimos años España ha pasado a ser uno de los principales importadores mundiales de panga. En el año 2011 se importaron casi 490.000 toneladas de panga. Cada vez está más presente en comedores de colegios, hospitales y geriátricos por su bajo precio y por la ausencia de espinas.
El 90% de la panga procede de Vietnam, donde Greenpeace ha detectado importantes impactos sobre la biodiversidad en zonas con especial sensibilidad ecológica. Estos son algunos ejemplos:
Al comprar panga estamos colaborando con empresas gigantes, especuladoras y sin escrúpulos, que no se preocupan de la salud y el bienestar de los seres humanos. Este comercio está siendo aceptado por grandes empresas que venden abiertamente al público, sabiendo que sus productos están contaminados. No seamos vagos con las espinas. Consumamos pescado autóctono. Tengamos precaución con los alimentos que consumimos ya que son la base de nuestra salud.