Poesías

Vi unos grandes ojos negros


Vi unos grandes ojos negros,
que se te salían de la cara.
Vi una sonrisa ancha,
que descubría una boca mellada.
Vi un semblante alegre.
Vi chispas en tu mirada.
Vi unas manos extendidas,
que, sin embargo, no pedían nada.
Te vi tan inocente…
Pies descalzos,
ropa rasgada,
barrigota gorda,
¿cuánto hace que no comes nada?
Nadie te ha explicado que estás enfermo.
Nadie te ha explicado lo que te pasa.
Una desgracia más,
que se añade a las que ya acumulabas.
Pero a pesar de todo, ¡sigues tan bello!
Bendita la ignorancia
que te permite seguir sonriendo.
Bendita la inocencia
que te oculta el viaje que iniciaste
hacia lo eterno.






Cuando cierro los ojos...
Cuando abro los ojos.


Cuando cierro los ojos soy aire,
te siento, vuelo contigo, respiras de mí.
Soy aire, aire del que sólo tu respiras,
aire caliente, ahogado, aire.

Cuando cierro los ojos y estoy contigo,
soy  pasión, deseo sin medida…
Porque estás conmigo, porque eres mío,
mío siempre.

Cuando abro los ojos y pienso en ti,
soy rabia, te odio porque te amo,
porque en ese instante no estás aquí…
y siento como los celos se comen mis entrañas
y me baño en su esencia embriagadora,
entonces me asaltan las dudas.

Cuando cierro los ojos soy libre
y corro, y grito tu nombre…
Pero sola, sintiéndote cerca.
Y  sueño y vuelo hacia ti.
Me posees, todos mis sentidos se llenan de ti,
me dejas vacía, ya sólo eres tú,
te apoderas de mí.
Y viajo contigo por sendas hasta ahora desconocidas…
Te amo siempre.

Cuando abro los ojos y no estás a mi lado…
Lloro desconsolada mientras  se nublan,
soy alma perdida en el desespero,
y ya sólo aguardo ansiosa la noche
para estar de nuevo junto a ti.

 

 

Vosotros

Vosotros,  indiferentes,
sois los que nos empujáis
al frio abismo del olvido.

Vosotros, los que arrastrándonos
con vuestros alardes,
nos dejáis aplastadas
contra el muro de la inseguridad,
que durante la noche es miedo,
miedo infinito… Terror.

Vosotros, tiernos infantes,
sois los que hacéis que nos batamos
en duelo con la tentación…
Y ella sale victoriosa siempre.
Y nosotras,
las grandes culpables,
conscientes de todo ello,
sabiendo lo que ocurrirá,
nos dejamos empujar,
presionar, aplastar,…
Y, ¿por qué no? también engañar.
Y aún después de todo ésto,
cuando el olvido, la impaciencia
y el rencor
anidan en nuestro lecho,
seguimos soñando e imaginando
cosas ciertas e inciertas…
aunque todo sea mentira,
por voluntad y deseo propio.

Y así, noche tras noche,
día tras día,
seguimos alimentando
el que vosotros seáis así.
Pero llegará el día,
En el que no lloraremos sobre vuestras tumbas,
no sufriremos por vuestros destinos,
no alimentaremos vuestros espíritus…
y llenaremos con olvidos e indiferencias,
todas las fatigas que nos habéis causado.

Y esperando ese ansiado día,
me duermo, sueño, alimentando, sabiéndolo,
un espíritu de los vuestros.

 

Pienso en ti 

Pienso en ti, vida mía.
Pienso sin que tú lo sepas,
te hablo sin que tú me escuches,
te miro sin que tú me veas.
Cariño, ¿te darás cuenta?
¿Me ayudarás a sentirte,
a saberte, a quererte?
No vienes.
¡Hace tanto que no vienes!
¡Hace tanto que no te tengo!
Y me engaño…
Y no paro de engañarme…
Y te intento suplantar…
Y no cejo en mi empeño,
en mi intento, enmascarado,
que yo no veo,
pero una voz dentro de mí, habla:
¡Te quiero!

 

La amistad

La amistad es un regalo.
No se compra, ni se vende.
Es un tesoro que se gana
con las buenas acciones
o con el paso del tiempo.

La amistad es como el sol
que ilumina el firmamento,
es como un cielo en la noche
de brillantes estrellas repleto.

La amistad es un don
que poseen los seres más ingenuos
y que codician todos:
malos, buenos y ajenos.

Quien tenga un amigo,
que no se desprenda de él.
Que lo cuide, lo mime y lo ame.
Que hagan el viaje de la vida
con sus corazones unidos
en un gran lazo
que dure para siempre,
así no conocerán lo que es
la triste soledad.

Y hasta lo eterno,
sabrán lo que significa
la amistad.



 Porque te quiero

Tú me diste la vida
tu más sincero e incondicional amor
sin esperar nada a cambio
solo confiando que sería una buena persona
cuando fuese mayor.

Ahora me sigues cuidando como antaño
con cariño y devoción.
Eres mi confidente y amiga
nunca hay reproches ante mis errores
solo escuchas, me aconsejas
y entiendes mis temores.

Qué haría yo sin ti,
que tanto me ayudas a luchar
en esta traicionera vida.
Qué haría yo sin ti,
cuando, cobarde, no me atrevo
a vencer mis miedos.
Sólo te puedo decir lo más simple,
y sale desde muy adentro
y es: ¡que te quiero!




ENTRE NOSOTROS

Entre nosotros
hay unos lazos invisibles
pero muy gruesos.

Entre nosotros
no hacen falta las palabras …
nos miramos,
nos damos un beso,
y nos estamos diciendo: ¡te quiero!

Hasta nuestros enfados son raros…
Corremos uno junto al otro
y no hace falta un “lo siento”.

No hay lugar para las dudas,
ni para el desconcierto,
siempre, siempre, es todo sincero.

Estamos condenados
a permanecer unidos
hasta en lo eterno.
Y cuando me faltes…
¡Dios! ¿Qué haré cuando me faltes?
¡Tendré que aprender a vivir de nuevo!


CUANDO ME SONRIES


Cuando me sonríes,
de alegrías veo el cielo repleto.
Cuando me abrazas,
¡Sólo Dios sabe lo que siento!
Cuando me besas,
Recupero todos los besos tiernos
que guardaba en mis recuerdos.
Cuando jugamos,
tengo cuatro años
y todo mi futuro y mi universo,
son un cuento y un muñeco.
Cuando estoy contigo,
olvido injusticias, rencores y miedos,
y regreso a la inocencia
y al amor sin precio.
Cuando llegaste,
se llenaron todos los vacios
de los que se fueron hace tiempo,
y ocupaste los huecos
de los que nunca vinieron.
Ahora sé,
que gracias a todos ellos
te tenemos,
y que de sus almas,
está tu corazón lleno.



CONTIGO HE APRENDIDO


He aprendido a ver en tus ojos,
y me han mostrado miles de retos
y todas las sabidurías que hay
en el Universo.

He aprendido a leer en tus labios,
y me han hablado de vida,
de amor y de multitud de juegos.
Y me han explicado muchas fábulas
y cuentos.

He aprendido a tocar con tus manos,
y como un cazador furtivo
he robado caricias, abrazos,
y muchos besos… No me avergüenzo de ello.

He aprendido a hablar con tu boca,
y he dicho un sin fin de palabras
cariñosas, y diré miles de veces:
¡te quiero!.

Contigo he aprendido a recordar
lo que significa la inocencia sin precio.
Y he recuperado mi imaginación,
que estaba abandonada
en el baúl de los recuerdos.
Contigo, a mi lado,
jamás la olvidaré de nuevo.




ME PIERDO EN TUS BESOS


Amor, me pierdo en tus labios
Esos carnosos y tiernos labios que me incitan a besarlos una vez tras otra.
Un beso tuyo  es toda una explosión de amor, incontrolado a veces, es cierto, pero no puedo resistirme, estoy enamorada de tus besos.
Unas veces dulces y perfectos. Otras apasionados e inquietos.
Me iluminan la vida, son como rayos de sol ardiendo.
Sueño con un beso tuyo en cualquier lugar y en cualquier momento.
Y son como ansiadas gotas de agua para una sedienta, sedienta de ti, de tus labios, de tu juguetona lengua, tu ansiosa boca…
Me obsequias con besos de cariño cuando estoy perdida y necesito a un amigo.
A veces fugaces,  duran un respiro, un relámpago, como cuando éramos críos, pero  permanecen siempre en lo eterno.
Otras, aunque sólo sea rozándome los labios, se liberan todos mis deseos.
Y otras, me sujetas entre tus apasionados brazos y me das besos de lujuria y excesos…
Bésame siempre mi amor. No dejes nunca de hacerlo, porque… ¿Qué haría yo sin tus besos? ¿No ves que soy una prisionera de ellos?.