lunes, 14 de noviembre de 2011

Brasil: un país que interesa a los inversores

El 68 por ciento de los inversores institucionales de EEUU y Europa afirman que Brasil es el país de América Latina que en los próximos tres años ofrecerá las oportunidades más atractivas de inversión.

Gobierno y política.
De acuerdo con la Constitución de 1988, Brasil es una república federativa presidencialista. Tiene su inspiración, en cuanto a forma de Estado, en el modelo estadounidense.
El presidente acumula las funciones de jefe de Estado y de gobierno. En la actualidad es: la Sra. Dilma Roussef.
El partido político gobernante es: el PMDB (Partido de Movimiento Democrático Brasileño).
El ministro de Hacienda es: el Sr. Guildo Mantega.

Economía.
Es la mayor economía de Latinoamérica, la segunda de América y la séptima a nivel mundial, según el Banco Mundial. Con un PIB de $2.194 billones.
La economía de Brasil es líder en diversos sectores, tales como lo industrial, agrícola, exportaciones y turismo. Es integrante de BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), países considerados superpotencias emergentes. Es miembro de la UNASUR y el MERCOSUR.
Brasil lleva más de una década ganando la guerra a la inflación desde el lanzamiento del Plan Real en 1993. El índice de precios al consumidor (IPCA) anualizado, en septiembre, reveló un alza de 7’31%. Se trata del nivel más alto en seis años.
Pese a la desaceleración que sufre eventualmente la economía, la devaluación de la moneda y la burbuja financiera e inmobiliaria, Brasil seguirá siendo uno de los destinos preferidos de los inversores extranjeros y continuará el ingreso de dólares, tendencia que llevará a la revalorización del real y a que prevalezca el optimismo.
El ratio de la deuda en relación al PIB está por debajo del 39 por ciento, dado que Brasil está relativamente aislado de la actual turbulencia global.

Un nuevo programa contra la pobreza.
Brasil tiene 16,27millones de personas en situación de extrema pobreza (el 8,5% de su población). Acabar con esta lacra es el desafío más importante de su historia.
A partir del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y más aceleradamente, bajo la presidencia de Lula, el país empezó a crecer y a hacerlo de manera más equitativa.
Está previsto que para el año 2014, la clase media baja, será mayoría. Hoy son 95 millones de personas, dentro de dos años serán 130, un total de 195 millones.
Tras los ocho años de gobierno del presidente Lula, 29 millones de brasileños ingresaron en la clase media y otros 20 millones salieron de la pobreza. Todo un éxito que fue posible por factores aliados a los programas de transferencias de rentas, el crecimiento del empleo, el aumento del salario mínimo y las reducciones de las desigualdades regionales.
El proyecto de la presidenta Dilma contra la pobreza es: “Brasil sin miseria”.
El crecimiento de Brasil en las últimas décadas tiene varios elementos que hay que destacar: hay más empleo formal en diferentes puntos del país, disminuyendo la presión demográfica en gigantes como Sâo Paulo. La disminución de la desigualdad se dio por el crecimiento de la renta de los más pobres no por la caída de los ingresos de los más ricos y creció más la renta de los analfabetos que la de los brasileños con educación superior. En definitiva, un crecimiento más inclusivo.

Los inversores, tanto de EEUU como de Europa, ven a la región latinoamericana como una oportunidad de inversión prometedora, además de la demanda interna, justificando su optimismo en una mejor gobernabilidad corporativa, en la reducción de los niveles de deuda, así como los recursos naturales, el desarrollo de los mercados de capital y la infraestructura.
Además de la demanda interna, justifican su optimismo en una mejor gobernabilidad corporativa y una reducción de los niveles de deuda, así como los recursos naturales y el desarrollo de los mercados de capital y la infraestructura.

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